Saber qué son las figuras retóricas y para qué sirven es fundamental para cualquier persona a la que le guste leer y escribir, pues se encontrará con ellas frecuentemente.
Las figuras retóricas o literarias son aquellas que se desvían del uso cotidiano del lenguaje para embellecerlo, hacer énfasis, crear ritmo y forma. En pocas palabras, son aquellas que se utilizan para lograr un fin estilístico. Aunque se ven más frecuentemente en la poesía, también son usadas en la publicidad y en los textos literarios escritos en prosa. Puede ser, incluso, que a las personas se les escapen en conversaciones coloquiales sin darse cuenta. Debido a su importancia, aquí te enlistamos las 10 figuras retóricas más comunes:
1. Aliteración
Es la repetición continua en las palabras de algún sonido para crear ritmo y dar textura al texto. Las palabras resaltadas ejemplifican la insistencia en el fonema de la /s/, que da un carácter sensual y suave al poema. Es un recurso que, por ejemplo, Xavier Villaurrutia utiliza en su Nocturno (1931), como se aprecia a continuación:
Todo lo que deseo
una en mis labios:
la dulzura soñada
de un contacto,
el sabido sabor
de la saliva.
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2. Onomatopeya
Se refiere a la imitación de los sonidos de la realidad, representados gráficamente. Es muy sencilla de reconocer y recordar.
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3. Oxímoron
Se trata de complementar una palabra con otra, cuyo significado sea aparentemente opuesto. Por ejemplo, una sonrisa amarga.
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4. Paradoja
Son hechos que, en apariencia, contradicen la lógica o el sentido común. Es decir, expresiones que podrían caer en contradicciones pero que funcionan en el contexto en el que se están empleando. La paradoja más famosa es la socrática, en la que el filósofo afirmaba lo siguiente: Yo sólo sé que no sé nada.
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5. Metáfora
Cuando se usa una metáfora se intenta expresar una realidad con otra diferente, pues son conceptos que guardan cierta relación entre sí, ya sea simbólica o tácita. Un ejemplo banal podría ser tenía atrapada la noche en la mirada.
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6. Símil
En el símil se hace una asociación en la que los valores pueden ser equivalentes o parecidos. Sin embargo, a diferencia de la metáfora, es necesario incluir nexos: como, tal como, etc. Por ejemplo: tan fría como la noche.
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7. Hipérbole
Sencillamente, se trata de una exageración de un hecho, aplicada a la literatura. Miguel Hernández, en Elegía, lo ilustra así:
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
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8. Hipérbaton
Se trata de una afectación al orden cotidiano del lenguaje, en el que el contenido se entiende, pero la estructura cambia. Por ejemplo: Si no mal recuerdo se puede entender bien, cuando la manera correcta de construirlo sería Si no recuerdo mal.
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9. Ironía
La ironía da a entender lo contrario de lo que se dice. De origen en la tragedia griega, intenta dar un significado superior a las situaciones y a los personajes con un cambio inesperado que estos sufren.
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10. Sinestesia
En la sinestesia se traslapan los sentidos humanos: así como una sopa puede saber azul, una pieza de piano puede ser áspera. La idea central tiene que ver con cómo los sentidos pueden mezclarse, y tiene sentido.
Probablemente ya te diste cuenta que utilizas más de lo que pensabas algunas de estas figuras retóricas, ahora ya sabes para qué se usan exactamente así como su definición, que aunque no lo creas necesario, siempre pueden sacarte de un apuro.
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