La primera vez que escuché una canción de Leonard Cohen, no pude evitar llorar, no supe qué estaba pasando por mi cabeza, sólo me dejé llevar. Desde ese momento supe que mi lazo con el canadiense sería para siempre.
Hace poco, al saber de su muerte, las lágrimas también asomaron por mis ojos pequeños como rendijas que no quieren dejar que se filtre la luz del sol. Me di cuenta de que Leonard Cohen no era sólo un músico con canciones que suenan bien, fue un poeta –con galardones y menciones honoríficas– que supo ser humano antes que artista, que te contaba sobre lo difícil que es crecer, y sí, despedirse.
Y así empezó mi aventura con esos que son músicos, poetas y locos, los que además de subir al escenario y cantar con su voz rasposa, te regalan sus historias a cada canción, a cada libro que tan bien escondido se tenían.
Otro de mis favoritos es Nick Cave. En sus ojos se asoman las sombras de alguien que ha vivido y ha visto mucho, y en sus letras el dolor de estar lejos, de saberse al otro lado y no poderse encontrar. Entre sus expresiones están, escondidas, las historias, las dragonas heridas debajo de los puentes, las bolsas para el mareo y sus amores perdidos. Entre sus canciones puedes saber que está esperando contarlo todo, y que es perfecto, porque tú estás listo para escuchar y para sentirte completamente identificado.
Y realmente es parecido el oficio de las letras al de la música, en ambos cuentas, en los dos te desahogas, pero no cualquiera puede hacer las dos cosas. Y si no preguntémosle a Joaquín Sabina que ha sabido crear un millón de historias que tal vez se basan en la realidad, pero que nosotros hemos convertido en mito de tanto escucharlas, de tanto descifrarlas y reinventarlas de acuerdo a nuestras experiencias.
Podríamos seguir con la lista de poetas que se hicieron músicos, podríamos mencionar la genialidad de Patti Smith, la crudeza del más reciente Nobel de Literatura, Bob Dylan, y la rebeldía de Jim Morrison, podríamos hablar todo el día de ellos, pero prefiero escucharlos, leerlos, vivirlos y saber que sus canciones son el soundtrack de mi vida.
Y a ti, ¿en qué faceta te gustan más?
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