Las bicicletas y los libros son para el verano. Aquí te dejamos 13 libros no muy largos que puedes meter en tu maleta para estas vacaciones.
1. ‘Deje su mensaje después de la señal’ de Arantza Portabales.
En esta novela sus cuatro protagonistas tienen dos cosas en común: lo primero, Galicia y lo segundo, que la única manera que tienen de hablar sin filtros y decir lo que de verdad piensan es dejando mensajes en un contestador autómatico. Solo después de la señal son capaces de hablar de una ruptura, una muerte inminente, un intento de suicidio y una deuda interminable. Portabales entrelaza las historias con audacia y maestría, logrando encontrar el punto de unión la vida de estas cuatro mujeres tan dispares y la de cualquiera de sus lectores.
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2. ‘La mujer singular y la ciudad’ de Vivian Gornick.
La pluma de Vivian Gornick tiene mucho de pincel, porque más que escritora a menudo se convierte en una excelente retratrista. ‘La mujer singular y la ciudad’ es la continuación natural de aquel éxito avasallador que nos dejó días y días pensando en nuestras relaciones familiares y conflictos internos que fue ‘Apegos feroces’. Gornick nos lleva de nuevo a esas calles de Nueva York, tan bellas como hostiles, que en nada se asemejan a la que acostumbramos a ver en las superproducciones de Hollywood.
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3. ‘Oso’ de Marian Engel.
‘Oso’ es un canto a la liberación y a las segundas oportunidades. La historia de una mujer aburrida sumergida en una vida monótona que, por primera vez en su vida, vive otra historia: la suya, la que la convierte en ser autónomo, libre y protagonista. Poco más que decir sobre esta novela sin dar algún spoiler, lo suyo es que lo descubras por ti misma.
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4. ‘La pasión’ de Jeanette Winterson.
Winterson es una de esas escritoras que no dejan de sorprenderte. Cuando pensabas que el género donde más brillaba era la novela autobiográfica, descubres que la ficción pura tampoco se le escapa entre los dedos: ‘La pasión’ es una novela histórica y romántica que no es ni lo uno ni lo otro, un libro que a ratos recuerda al ‘Orlando’ de Virginia Woolf y que demuestra que podemos utilizar a personajes cargados del romanticismo de otras épocas para descubrir (y descubrirnos) a nosotros en el aquí y el ahora.
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5. ‘Un debut en la vida’ de Anita Brookner.
¿Es posible amar hasta los tuétanos la literatura, vivir enfrascada en tus libros y que la vida real no te decepcione un poquitín? Esto es lo que le sucede a la protagonista de esta novela que a los 40 años descubre que la literatura le ha destrozado la vida. Porque la vida, a menudo, es más tediosa que una buena novela, pero igualmente hay que darle una oportunidad.
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6. ‘Según venga el juego’ de Joan Didion.
Además de ser una de las periodistas más importantes de Estados Unidos, Joan Didion también es una escritora de ficción fascinante. Y es que su mirada periodística logra descifrar e iluminarnos sobre la realidad de la sociedad estadounidense de los 60, sobre el hecho condicionante de ser mujer y sobre la frívola sociedad del (auto)engaño y las falsas apariencias.
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7. ‘Jeidi’ de Isabel M. Bustos.
Jeidi, la protagonista de esta novela, no se llama Jeidi. Todo el mundo la llama así porque es huérfana y vive con su abuelo y con sus animales. A pesar de que Jeidi, a sus 11 años, pueda despertar en ti lástima, esta es una de las historias más luminosas que podrás descubrir a las orillas de una piscina.
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8. ‘Dientes blancos’ de Zadie Smith.
‘Dientes blancos’ es un puzle social y multicultural que te lleva por el Londres de los inmigrantes, por los barrios y las personas que no salen en las películas de Richard Curtis. Un relato social de nuestro tiempo, donde nada es lo que hubiesen deseado nuestros abuelos… ni falta que nos hace.
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9. ‘La librería’ de Penelope Fritzgerald.
Si las novelas se pudieran comer, ‘La librería’ sería una onza de chocolate que disfrutas a escondidas. No es casualidad que Fitzgerald haya sido bautizada como “la mejor sucesora de Jane Austen”: su retrato de un pueblecito sin ínfulas de Inglaterra y sus curiosísimos habitantes es toda una delicia que entra como ninguna otra cosa a la hora del café. Vaya, la onzita de chocolate.
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10. ‘Un lugar pagano’ de Edna O’Brien.
‘Un lugar pagano’ podría ser una simple novela de aprendizaje. Una de esas en las que un protagonista adolescente inicia el camino hacia la madurez a través del desafío, del sexo, de la provocación. Pero es que es mucho más, Edna O’Brien recuerda su dificil y peculiar niñez en la Irlanda rural y el momento en el que abandona a su familia con una prosa tan femenina como cautivadora.
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11. ‘La mujer helada’ de Annie Ernaux.
Seguro que tú también conoces a muchas mujeres heladas: mujeres con planes que siempre se van aplazando, cosas por hacer que terminan cogiendo polvo en el cajón hasta convertirse en “cosas que se podrían haber hecho” y sueños por cumplir que nunca se despegan de la almohada. Esta es la historia de una de ellas, que empieza a ser consciente de esta esclavitud elegida entre las comodidades de lo cotidiano. El grito de la mujer harta de su condición.
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12. ‘La hija del comunista’ de Aroa Moreno Durán.
Esta es la historia de una familia de inmigrantes españoles en Berlín Oriental vista a través de una niña que, poco a poco, va comprendiendo la manera en la que se estructura el mundo. La que Almudena Grandes ha definido como “una novela perfecta” no es para menos por la forma de completar un relato histórico a través de la vida de una familia.
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13. ‘Biografía del hambre’ de Amélie Nothomb.
Nothomb podría contarnos 20 veces su vida y 20 veces serían vidas distintas. En este caso, la autora nos coge de la mano para llevarnos a su primera infancia en Japón y a esa etapa en la que descubrió que la vida podía ser una auténtica delicia (literalmente). A traves del relato del hambre y de la sed infinita, la historia de la pequeña e insaciable Amélie relata ese sentimiento de un tiempo pasado en el que querías probarlo todo, beberlo todo, comerlo todo: la época en que la vida entera no conseguía saciarte.
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