Uno de los cuentos más famosos de Cortázar es también uno de los mejores no solo de su bibliografía, sino posiblemente de todo el siglo XX. Sin buscar desvelar demasiado, la historia presenta a dos personajes: un joven que sufre un accidente de motocicleta y un fugitivo durante las llamadas guerras floridas del México azteca. El cuento fue incluido en el libro Final del juego, publicado en 1956, y es mi favorito de Cortázar junto con La salud de los enfermos.
Maestro del cuento, Chéjov nunca defrauda con sus historias ambientadas en esa Rusia gélida de hombres y pobreza agolpados bajo una manta.
Elementos que en este relato confieren a la historia de Yona, ese cochero infeliz al que nadie escucha, un impacto aún más estremecedor. Soledades de un personaje que parecen latentes aun en pleno siglo XXI.
Aunque Gabo sea más conocido por sus novelas no debemos desmerecer esa faceta cuentista plasmada en libros como Doce cuentos peregrinos, conjunto de relatos que aborda las desventuras de inmigrantes latinos en el viejo continente.
Antiguos presidentes que piden asilo, niños que temen a una institutriz alemana y, especialmente, ese viaje de novios que Nena Daconte y Billy Sánchez emprenden una fría noche rumbo a París. Imprescindible.
En el sótano de la casa de Carlos Argentino se encuentra El Aleph, ese punto del universo en el que se encuentran todos los demás.
La exhausta búsqueda de la eternidad por parte del hombre se convierte en elemento central de uno de los cuentos más famosos de Borges, quien en este relato nos vuelve a seducir con ese carácter erudito que tanto nos gusta combinado con la mejor ficción.
Es el año 2026 y una casa sigue funcionando como siempre: pequeños ratoncitos que limpian el rastro de un perro, los hologramas de una habitación infantil, la alarma de incendios. . . todo parece en órden. Considerado como uno de los mejores cuentos de ciencia ficcion, Bradbury extrae el título de un poema de Sara Teasdale que el techo de un escritorio susurra a un dueño ausente.
Autor polémico donde los haya, Rushdie también ha escrito diversos cuentos tanto para niños como para adultos. Una de sus antologías más famosas es Oriente, Occidente, en la cual se entremezclan historias ambientadas en la India y Reino Unido que van desde cuentos que recuerdan a Ian Fleming a otros dignos de las Mil y una Noches como El pelo del profeta, ambientado en Cachemira y desarrollado en torno al robo de un famoso cabello de Mahoma.
En pleno siglo XXI seguimos contando con grandes autores para los que el progreso, la globalización o el feminismo son temas recurrentes, y Chimamanda Ngozi Adichie es uno de ellos.
Esta autora nigeriana, defensora de un continente al que “muchos siguen considerando un sólo país”, ha escrito tres novelas y una colección de cuentos, Algo alrededor de tu cuello, que se ha convertido en una de mis últimas lecturas. Fantasmas tiene algo de realismo mágico y es maravilloso.
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