La mitología, desde Homero y Hesiodo nos ha llevado a una narrativa que nos mantiene despiertos e intrigados. Desde la mitopoiesis —como la llamaban los griegos— hasta la literatura fantástica, autores que nos ayudan a diluir la realidad en un juego onírico. El género de fantasía o aventura toma el significado de la literatura como un viaje, el emprendimiento a lo desconocido, tan desconocido que no existe, todo un mundo para deshacernos temporalmente del nuestro.
Estos son siete autores que tienen su propio universo literario que no congenia con el nuestro:
A través del espejo, Lewis Carrol
Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) no sólo escribió las historias de su querida Alicia Liddell, también fue un renombrado lógico y así es como rompe con nuestra realidad. Sea a través del espejo o de la madriguera del conejo blanco, la lógica que aplica este autor en sus dos libros, Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo, es tergiversada a silogismos imposibles. Por ello mismo la locura del sombrerero es fundamental para la narrativa de este mundo. En el País de las Maravillas se llevan a cabo las aventuras de sus cuentos como “La caza del Snark” y “La morsa y el carpintero”.
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El espejo dentro del espejo, Michael Ende
El espejo dentro del espejo es el título de la recopilación de cuentos de Michael Ende. Este título muestra la paradoja de hablar de un mundo fantástico una vez que abrimos un libro. A pesar de sumergimos en el mundo de las letras, seguimos en la realidad de la cual nos desconectamos temporalmente, y este autor sabe perfectamente que el autor no es ajeno a la historia. El mundo Fantasía se encuentra adentro del libro que recoge Bastian en Una historia sin fin. La fantasía de este libro nos lleva a dos mundos y nos hace conscientes de ello, uno de estos es el nuestro. El autor ha explotado no sólo el tema de un lugar mágico, también ha hecho del tiempo una fantasía en Momo.
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Tierra media, J.R.R. Tolkien
Probablemente sea más conocido por los múltiples premios Oscar que Peter Jackson le hizo ganar al traer a la vida —en un set— la trilogía de El señor de los anillos. Durante la Primera Guerra Mundial J.R.R. Tolkien esbozó los primeros recursos mitológicos para escribir El silmarillión, donde toma lugar la historia de El hobbit y Los hijos de Hurín, entre otros. Además de ser filólogo y lingüista, en las obras encontramos una lengua creada por él mismo, pues el mundo de los orcos y elfos no le pareció suficiente.
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Narnia, C.S. Lewis
C.S. Lewis fue un gran amigo de Tolkien, e incluso tenían un club en Oxford con otros maestros que se hacían llamar los Inklings.
El sobrino del mago es el primer libro de siete que cuentan historias antológicas de diversos personajes que llegan a un mundo alterno de aquel que se encontraba en guerra. Este mundo, principalmente de aventuras, es reinado por un león parlante llamado Aslan.
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Westeros, George R.R. Martin
Probablemente no se tenga que decir mucho de éste, pues HBO se ha encargado de enaltecer el nombre de Geroge R.R. Martin incluso sin haber leído Una canción de hielo y fuego, bajo su pseudónimo televisivo, Game of Thrones. Aunque se trate de un sadismo cruel que no prueba muy bien el punto de “escapar de este mundo”, parece que aquella crueldad al matar a nuestros personajes favoritos —y a los otros también—, y derramar sangre entre la fantasía de un verdadero mundo medieval, parece mucho más entretenido cuando hay dragones, magia, gente sin rostro y white walkers.
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Discworld, Terry Pratchett
Terry Pratchett es uno de los nombres más sólidos al mezclar fantasía y comedia. En El color de la magia (1983) crea un universo que toma influencias para satirizarlas como lo es Dungeons & Dragons y la tierra media de Tolkien, principalmente. Este universo se trata de un mundo plano —de ahí el nombre mundo-disco— que está encima de cuatro elefantes parados en el caparazón de una tortuga que vuela por el cosmos. Uno de sus discípulos, Neil Gaiman —con quien colaboró para escribir Good Omens— no estableció un universo, pero podemos encontrar claras influencias de Pratchett en él. Probablemente es más reconocido por sus adaptaciones al cine o la televisión como American Gods, Coraline o Stardust.
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Autoestopistas galácticos, Douglas Adams
Douglas Adams es un autor de cultura popular, guionista de varios capítulos de Dr. Who y colaborador del circo volador de Monty Python; también tiene una serie en Netflix basada en su libro, Dirk Gently, en la que se retrata a través del holístico mundo los absurdos de una lógica que —gracias a Carroll— ya se encontraba tergiversada en la literatura. Este autor no fue a un universo ajeno, acrecentó el nuestro. La guía del autoestopista galáctico fue su primera novela de una saga para explorar en las aventuras de Arthur Dent y Ford Perfect, desde la tierra hasta El restaurante del fin del mundo.
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