Todos tenemos secretos, todos estamos compuestos de misterios. Y para muestra, nada mejor que la lengua, las letras y las historias compuestas de lenguajes que revelan la cosmovisión de los pueblos.
Algunas de las historias que hoy conocemos como célebres cuentos de hadas surgieron como espeluznantes relatos de una época en donde reinaba la guerra y el patriotismo exaltado (cualquier parecido con la actualidad, es mera coincidencia).
Y es así como llegamos a la Alemania del siglo XIX, el escenario que vio nacer a los hermanos Grimm y a sus cuentos que causaron revuelo alrededor del mundo, dando vida a historias que pertenecieron alguna vez a la tradición oral, pero que gracias a pequeños y morbosos detalles, se han convertido en clásicos de la literatura universal.
Cerremos los ojos un minuto y atrevámonos a imaginarnos como participantes de aquellas épocas remotas. Después de ponernos nuestras pijamas y arroparnos como se debe, escuchemos con atención los cuentos de los maravillosos hermanos Grimm, que más que dulces sueños, nos traerán perturbadoras pesadillas.
Alemania vivía en un supuesto atraso económico y social, por todos lados se sufría de una insoportable hambruna, lo cual trajo como consecuencia el desprendimiento de las leyes morales y la exaltación del instinto de supervivencia: padres desprendiéndose de sus hijos a cambio de un poco de comida, expediciones a bosques siniestros, robos, en fin… la supervivencia del más fuerte.
Primero está Blanca Nieves, esa niña tierna y sin asomo de malicia que es perseguida por su madrastra malvada. Hasta aquí, todo bien, todos conocemos la historia y a sus entrañables personajes, al príncipe, a los enanitos y a los animalitos del bosque, pero, ¿conoces el final en el que la madrastra es castigada usando unas zapatillas de metal ardiente hasta morir?
¿O qué tal las hermanastras de Cenicienta? Desean tanto ser las elegidas del príncipe, que se mutilan a sí mismas para encajar de buen grado en las zapatillas, acción que finalmente no les trae nada bueno; terminan sus días de forma atroz y para no arruinar el final para quienes no lo conozcan, sólo diré que algunos cuervos hambrientos están involucrados.
En la Bella durmiente no hay ningún príncipe caballeroso y leal, sino un oportunista que al ver a la princesa dormida, decide violarla, dejándola
embarazada de gemelos. Uno de ellos sustrae el veneno de la princesa, lo cual la hace despertar, ¿raro, no?
bella
Y así, podríamos seguir el recuento con otros escritores célebres como Hans Cristian Andersen, Charles Perrault, Rudyard Kipling… en fin, puedes indagar hasta donde tu curiosidad quiera.
Ahora ya sabes, detrás de los cuentos más reconocidos por todos nosotros y adoptados después por el señor del apellido mágico, Walt Disney, quién los llevó a la pantalla grande adornados con colores y canciones pegajosas, existen historias macabras que nos invitan a darles una segunda oportunidad a los libros de los hermanos Grimm… y entonces sabremos que nada es lo que parece.
Por Liz Mendoza
@tangerineliz
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