La lectura puede ser un momento de convivencia familiar que podrá ayudar a tus hijos a que les vaya mejor en la escuela.
Pon el ejemplo: Si te ven leyendo, tus hijos querrán hacerlo también.
Alimenta su imaginación: Haz voces y ruidos sobre lo que lees.
Piensa en lo que le gusta a tu hij@: Fantasmas, dinosaurios, el espacio, princesas, lugares, culturas, la vida animal? ¡Alimenta su curiosidad!
Para los más chicos: Pon un tiempo para el cuento. Lo mejor es al inicio del día, o antes de dormir.
Para los que empiezan a leer: Ten paciencia. La mayoría quieren leer lo mismo una y otra vez. Si leen palabras completas, entienden y disfrutan más.
Para los que ya leen: Vayan intercalándose la lectura, una parte tú y otra ellos.
¡Acuérdate de leer mínimo 20 minutos al día!
Fuente: www.mejoratuescuela.org
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